Si estás pensando en viajar de 5 días en Medellín, te prometemos que esta ciudad de Colombia que te va a sorprender. Medellín, conocida como la Ciudad de la Eterna Primavera por su clima templado, es un destino que combina naturaleza, historia y modernidad. Aquí te explicamos lo que hicimos nosotros en Medellín del recorrido que hicimos por Colombia.
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Estuvimos buscando un vuelo directo que nos llevara a Medellín, y sí que salió algo más caro que si hubiéramos ido a Bogotá (la capital de Colombia). Pero mucha gente, que son de Colombia, nos recomendaron que fuéramos directamente a Medellín si fuera posible, porque Bogotá no tiene mucho que ver a nivel turístico, así que fue lo que hicimos.
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Día 1: Vuelo a Medellín y llegada al hotel
Vuelo y llegada a Medellín
Después de un vuelo de 8 horas llegamos cansados pero con muchas ganas de conocer la Ciudad de La Eterna Primavera. Al llegar al aeropuerto ya teníamos esperando el transporte para nuestro hotel. Siempre recomendamos buscar hoteles donde tengan servicio de recogida en el aeropuerto y más cuando llegas tarde o es un país desconocido.
En el mismo aeropuerto conseguimos las SIM bastante bueno y te saca de algún apuro. Nosotros teníamos mucho miedo de no conseguir una SIM hasta que no llegásemos a la ciudad, y no sabíamos como podríamos contactar con el taxista. Pero justo cuando sales de recoger las maletas tienes un puesto de SIM donde rápidamente te la instalan con Gb y llamadas de sobre para todos los días que necesites.
El taxista nos comentó que afortunadamente se había creado hacia pocos años el Túnel de Oriente que ahorraba más de una hora en el trayecto desde el Aeropuerto Internacional José María Córdova al centro de Medellín. Que antes tenían que rodear todas las montañas y era más tiempo de recorrido porque era una carretera con muchas curvas. Desgraciadamente, el túnel es de pago, pero a nosotros nos lo incluía en el taxi, que nos costó unos 25€.
Transporte y primera impresión
Transporte desde el aeropuerto
Cuando nos acercábamos a la ciudad de Medellín, pudimos contemplar como toda la ciudad está dentro un enorme valle forrado de edificios, lo cual produce que cuando es de noche y todos los edificios encienden las luces, si miras desde el fondo del valle hacia arriba, te es complicado diferenciar donde empiezan las estrellas y donde empieza la montaña con las luces de las casas.
Después de hablar un poco con el taxista, ya empezamos a deslumbrar lo que después descubrimos: la gente de Colombia es maravillosa. Como ya os contaremos repetidas veces, lo que nos llevamos de Colombia es La Gente, son personas cercanas, preocupadas por tu bienestar, atentas, amables… se nos acaban los adjetivos: son maravillosos.
Llegada al hotel
Llegamos al hotel y nos acompañó hasta la puerta del hotel con las maletas. Hemos de confesar que en un momento pensamos que era por seguridad: «dejar a estos turistas panolis en la puerta o se perderán», pero luego vimos que no, que era – una vez más – un gesto de amabilidad de los colombianos.
Nos comentaron que en los restaurantes intentemos dar la propina directamente al camarero no a la hora de pagar la cuenta.
En Colombia se lleva mucho dar propina, y nosotros no somos mucho de dar propina, pero es que en este país es fácil darlos: tanto porque es todo muy barato y unos pocos céntimos no nos quitarán de pobre, y porque la gente es tan amable que te es fácil recompensarles con una propina. Nos comentaron que en los restaurantes intentemos dar la propina directamente al camarero no a la hora de pagar la cuenta. A la hora de pagar te preguntan si quieres añadir la propina, si lo haces así esa propina se la llevará directamente el dueño y no podemos garantizar que el camarero la recibirá, pero si se la damos directamente a él, pues seguro que le llega.
Llegamos a nuestro hotel, el Hotel Masaya Medellín, que nos habían recomendado amigos nuestros que viven en Medellín. Está en en El Poblado, donde nos habían recomendado que buscásemos alojamiento, porque es de las mejores zonas para el turismo: y la verdad que es verdad, porque todas las excursiones que cogimos con recogida en el hotel salían muy muy cerca de nuestro hotel y había mucho ambiente por la noche (buenos restaurantes y sitios para tomar una copa).
Día 2: Explorando las Comunas de Medellín
Al día siguiente de llegar ya empezamos fuerte con lo que teníamos más ganas de conocer: La Comuna 13. Para ello cogimos una excursión que nos recogiesen en el hotel y nos llevasen a conocer todas las Comunas posibles. Tuvimos la grandísima suerte de encontrar esta excursión que no solo nos permitió conocer la Comuna 13, sino también descubrir la Comuna 3 y su maravillosa historia.
Visita a la Comuna 13
La Comuna 13 es un símbolo de transformación social, y sus grafitis y murales reflejan la historia reciente de Medellín. Es cierto que se está convirtiendo en un reclamo muy turístico, y hay que ir en horarios o fechas que no vaya a haber mucha gente. Pero aún así es bonito conocer todas las historias que rodean a la Comuna 13. Una vez que conoces todo el recorrido de estas calles te dan ganas de ir y ayudar con tu mera presencia, para que la gente de la Comuna 13 tengan una vía de escape: el turismo.
Nosotros recomendamos encarecidamente ir a la Comuna 13 y empaparse bien de toda la historia y el recorrido que ha tenido. Es lo mejor que te puedes llevar de Medellín, y luego divulgar al resto de las personas que Medellín es una ciudad muy bonita para visitar, porque cuanto más turista llegue a la ciudad más posibilidades tienen las personas de la Comuna 13 de tener un mejor futuro.
Descubriendo la Comuna 3
Pero lo que más nos sorprendió fue la Comuna 3, que aunque menos turística, tiene un proyecto comunitario muy bonito que merece ser más conocido. Nos encantó interactuar con los locales y escuchar sus historias de superación.
Tuvimos el privilegio de ir acompañado en todo momento de una persona del la Comuna 3, y nos iba contando todas las historias que tenía cada calle, cada dibujo, cada portal,… e incluso nos contaba los futuros proyectos en los que estaban trabajando, y nos encantaría que se hicieran realidad y poder compartirlos aquí para todos ustedes.
Día 3: Excursión a Guatapé
Subida a la Piedra del Peñol
El tercer día lo dedicamos a visitar uno de los lugares más emblemáticos cerca de Medellín: Guatapé. También organizamos la excursión con Civitatis, que nos llevó hasta la famosa Piedra del Peñol, una enorme roca de 200 metros de altura que ofrece unas vistas impresionantes del embalse.
Subimos los 740 escalones hasta la cima. A ver… es duro subir, pero tampoco tenemos prisa para subir hasta arriba del todo: con paciencia y disfrutando del paisaje, se hace muy bien el trayecto y se hace cima antes de lo que uno se espera.
Paseo por el pueblo de Guatapé
Luego de la subida, fuimos al colorido pueblo de Guatapé, donde nos encantó pasear por sus calles llenas de casas decoradas con zócalos pintados a mano (la parte inferior de las paredes). Nos comentó el guía que los zócalos eran una tradición de la zona, donde se reflejaba algo que hacía referencia o identificaba a la familia que vivía en esa casa, por ejemplo: si la familia pastaba ovejas, pues solían pintar ovejas en el zócalo.
Día 4: Tour por el Centro de Medellín
Caminata por el centro histórico
El cuarto día nos decidimos a conocer el centro de Medellín, uno de los puntos que no debes perderte. Hicimos un tour organizado por el hotel, que nos llevó a visitar lugares icónicos como el Parque Berrío, la Plaza Botero (donde se encuentran las famosas esculturas de Fernando Botero) y el Museo de Antioquia. Aunque el tour fue interesante, le damos un 7/10 ya que el guía no nos entusiasmó demasiado.
Nos gustó mucho conocer la «cultura del metro» de Medellín. Durante el paseo por el centro de Medellín y de camino a la Plaza Botero, usamos el transporte público y nos sorprendió lo muy bien cuidado que estaba. Llegamos a pensar que era un medio de transporte muy nuevo, pero el guía nos dijo que tenía más de 20 años, pero parecía recién estrenado. Y es que desde pequeños, se hace para que todos los ciudadanos de Medellín tengan una consciencia de pertenencia al transporte público, y si ellos lo sienten como propio pues lo cuidan como tal.
En ningún momento tuvimos un sentimiento de peligro o de miedo, pero si de dejadez y suciedad.
Creo que no recomendaríamos este tour, a no ser que no tengáis nada nada mejor que hacer, porque no se ve grandes cosas (el metro y una plaza). La Plaza Botero es preciosa, porque está llena de estatus de Botero que son una maravilla y unas obras de arte. Lo malo es que la zona está bastante descuidad y sucia, y no nos pareció el mejor de los lugares para ver unas obras así, da pena que no lo cuiden. En ningún momento tuvimos un sentimiento de peligro o de miedo, pero si de dejadez y suciedad.
Restaurantes recomendados
Ese día comimos en Hijo del Fuego (Centro Comercial La Strada), un restaurante que combina sabores tradicionales colombianos con un toque moderno. Por la noche, fuimos a Bocanada, un pequeño y acogedor lugar en el Poblado, que nos encantó tanto por la comida como por el ambiente.
Día 5: Despedida y Viaje a Pereira
Después de disfrutar tanto de la ciudad, nos tocó despedirnos y continuar a nuestro siguiente punto para disfrutar de Colombia: Pereira.
Consejo final: Check-Mig
Un consejo importante es recordar rellenar el formulario Check-Mig tanto para la entrada como para la salida del país. Se debe hacer dentro de las 72 horas antes del vuelo, ¡no se te olvide!
Conclusión
Medellín: ciudad de contrastes
Medellín es una ciudad fascinante que ofrece un equilibrio perfecto entre modernidad y tradición. Estos cinco días han sido intensos, llenos de actividades, y cada momento ha sido inolvidable. Desde los grafitis de la Comuna 13 hasta la cima de la Piedra del Peñol, hay algo para cada tipo de viajero. Si estás pensando en viajar de 5 días en Medellín, este itinerario es ideal para descubrir lo mejor de la Ciudad de la Eterna Primavera.
Nos quedamos con la frase «Medellín: ciudad de contrastes» porque era lo que nos repetíamos siempre. A cada paso que dabas era algo totalmente diferente a lo que habías visto detrás, tanto a nivel de paisajes como de personas con las que te cruzabas. ¡Una ciudad maravillosa!